lunes, 20 de octubre de 2008

la moda en chile 1920 a 1930



Años ´20: Liberación y mundanismo
Al iniciarse los años '20 las faldas que apenas sobrepasan las rodillas, ya se imponen entre las jóvenes chilenas, causando una gran polémica que no dura demasiado. El vestuario femenino se ha simplificado notablemente en su estructura, a pesar de dar cabida a una gran cantidad de ornamentos como bordados, lentejuelas, mostacillas, pedrería, especialmente en los trajes de noche. Predomina la silueta geométrica, que se apoya en tablas y pliegues, situando el talle a la altura de las caderas (moda Charleston).La chaqueta estilo sastre, el cardigan, la pollera plisada en el delantero acompañada de blusa o swueter, los zapatos con pulsera en forma de T, son prendas fundamentales.
Los complementos excéntricos incluyen boas de piel, abanicos, sombrillas, joyas de cristal de roca, perlas de fantasía, pequeñas carteras decoradas con pedrerías y motivos vanguardistas. La novedad y la flexibilidad son las características de una época de gran movimiento y cosmopolitismo, en la cual se produce un cambio radical en la imagen de la mujer. En marzo de 1920 se lee en El Mercurio: "Es increíble los cortas que han dado en llevar las faldas nuestras niñas, dejando ver las piernas hasta la rodilla, las que no siempre son muy bonitas, y en este caso la cortedad de las faldas resulta un fracaso pues muestra lo que nadie quiere ver. Las niñas discretas, señoritas de verdad, que tienen madres que las saben dirigir, usan faldas de largo y ancho razonables, lo que siempre es más elegante que las que pierden el pudor por seguir modas que no les corresponden. ¡Triste cosa!".

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Asimismo, para analizar las ideas y la cultura en Chile entre 1910 y 1920, es necesario considerar algunas temáticas desconocidas, o que no han sido tratadas suficientemente, entre las cuales habría que mencionar el movimiento de mujeres, que agrupó al feminismo aristocrático y al espiritualismo de vanguardia, planteadas a su vez como prácticas discursivas en oposición al nacionalismo cultural imperante durante aquellos años que surge como respuesta al malestar generalizado, el cual, por consiguiente, propuso una transformación del país (materia que Subercaseaux analizará detalladamente en el tomo IV de su Historia...), se explican por la presencia de ambas y responden a los mismos estímulos. El pensamiento femenino de vanguardia, de corte aristocrático y elitista, más restringido que el movimiento estudiantil, alentado por los mismos efectos que el propiciado por los estudiantes y la bohemia, agrupó a escritoras rebeldes, iconoclastas y anticonvencionales, dentro de las cuales destacó Inés Echeverría Bello (Iris) -cuyas memorias recientemente fueron editadas-, que desarrollaron una sensibilidad estética preocupada por el ejercicio literario como espacio de reflexión e intimidad, y no como una "carrera profesional" regida por patrones comerciales, razón por la cual se explica la importancia de la exaltación de algunos registros literarios como diarios de vida, memorias y cartas, a través de los cuales se manifestaron los rasgos esenciales del espiritualismo de vanguardia, orientado hacia la exploración del alma, a descubrir y expresar el dolor incorpóreo, y enaltecer lo sublime que hay en él

la moda en chle de 1900 a 1910



1900: Glamour
Desde el siglo anterior la moda en Chile ha recibido una fuerte influencia francesa, por lo que el modernismo europeo de principios del siglo XX se reproduce rápidamente en Chile. Ser moderno implica abandonar los tonos oscuros y los sobrios mantos asociados a la vieja tradición española, adoptando colores, encajes, volantes, sombreros con plumas, cintas y flores, carteras, guantes y en general renunciando a la austeridad hasta entonces asociada a la elegancia.Es notable la cantidad de envios de ropa y otros artículos de lujo provenientes de París y Londres, realizados por particulares en la primera década del siglo XX. La casa Gath y Chávez, instalada en Santiago en 1910, vino a responder a esta creciente demanda, monopolizando el mercado.En la "belle epoque" la vida social es intensa y ofrece la oportunidad para lucir todo tipo de prendas y complementos. En el centro de la capital coexisten importadores de vestuario, sastres franceses y costureras chilenas con apodos franceses. Se impone el prototipo de la silueta femenina en S, la cual se logra mediante el uso de un corset que mantiene rígido el cuerpo, empujando el busto hacia delante y el trasero hacia atrás. El vestuario contribuye a acentuar esta figura.